Él tenía cuarenta minutos esperando, ya estaba por irse
cuando ella aparece. Apenas y se sienta y suena su celular contesta y le da a
el dinero y le pide que le compre un café, en la mira molesto y le dice que no
es su mandadero, ella tapa el micrófono del teléfono y le dice, con dos de
crema y uno de azúcar y continua hablando. Él se levanta por el café titubeando
un poco y muy molesto, no sé por qué la sigo viendo si siempre es igual, no sé por
qué creo que alguna vez será diferente. La conocía desde hace varios años y
ahora tenía un aspecto totalmente diferente ahora era más segura de sí misma,
era más dura y seria, casi no sonreía ya a menos que fuera un comentario
sarcástico, aunque su aspecto mejoró, su alma se volvió de piedra junto con su
corazón, aun así y a pesar de todo eso él la amaba, desde siempre y él creía
que para siempre, así que tenía que pensar como volver a sacar a la niña que
sabía aún vivía dentro de ella. Tendría que escoger muy bien sus palabras con
eso no tiene problemas, pero para encontrar el valor de decirlas sí. Vuelve con
su café, lo único que seguía siendo igual desde siempre, dos de crema y uno de
azúcar, llega a la mesa y ella ya no está, deja el café en la mesa y se va,
preguntándose si ella es una ilusión...
Irene Noriega López Legazpi...-I.N.L.L...
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