Florentino Ariza no tuvo nunca más una oportunidad de ver a solas a Fermina Daza, ni de hablar a solas con ella en los tantos encuentros de sus muy largas vidas, hasta cincuenta y un años nueve meses y cuatro días después, cuando le reiteró el juramento de fidelidad eterna y amor para siempre en su primera noche de viuda.
El Amor en los tiempos de Cólera, Gabriel García Márquez.
Irene Noriega López Legazpi...-I.N.L.L...
qualunque voi pensano... l'immaginazione è reale...
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