La filósofa...

Abrí los ojos y ella estaba alli enfrente, tán identica a mi y tan confusa como yo. Creí al principio, que me veia en un espejo pero, ella era un poco mas delgada que yo, nos vimos un largo tiempo hasta que desperté.

Era un día tan normal, salvo que estaba nublado, me desperté temprano, bueno antes de mi alarma, pero me quede en la cama, el frio no me dejaba levantarme. Abrí la llave de la regadera a esperar que saliera el agua caliente, tratando de recordar que habia soñado, (hasta para eso nos cohibimos), recorde un campo de flores amarillas cercado por un bosque y después recorde que en el sueño estaba ella, como una aparición, desaparecio en el vapor, trate de ya no recordar.

Salí de mi casa con la voz de mi madre de fondo- ¡¿no vas a desayunar?!-. Tomé un tranvia y ocupe un asiento vacío a un lado de una niña pequeña, por la ventanilla lo de siempre, las tiendas apenas abriendo, los mismos arboles secos queriendo sobrevivir otro invierno, pobres idealistas.

El tranvia me dejo a unas cuadras de la universidad, entre auna de las tiendas que me quedaba en el camino, compre un café sin azucar y unos panecitos con canela, ya iba a llegar tarde que mas daba.

Entre a la universidad que mas parece un gran aparcamiento, con sus miles de carros y ruidos, crucé el cerco, mas bien barda que separa la facultad de filosofia, dnde todo ruido desaparece, no hay cabida a los carros, todo se siente mas limpio.

Me sente en una mesita bajo un arbol a tomar mi café y a terminar de hacer un reporte de un libro, para el dia siguiente, dentro de lo que cabe trato de ser un poco responsable.

Era un libro sobre religión, no sobre catolisismo o sobre judios, trataba mas bien sobre la necesidad del hombre a creer, creer en lo que sea con tal de que le de fuerzas, eso que llaman fe. Y de como eso los lleva a hacer cosas grandes ya sea bueno o malo, que es relativo, asi como gandi o hitler, no es que los este comparando.

Recorde un día en preparatoria, estabamos en una clase de filosofia, con una maestra casi monja, ella nos pregunto que si creíamos en dios, casi todos levantaron la mano, menos una compañera y yo, y al final de la clase, porsupuesto nos mando llamar. -¿Porqué no levantaste la mano karen?- Mi compañera medito mucho antes de contestar,- Esque mis padres son ateos, nunca eh ido a ninguna iglesia-. Lo dijo en un tono casi imperceptible, casi como disculpa, y despues de una amena conversación, que no prefiero recordar ahora, nos despidio muy amablemente, nunca mas asisti de nuevo a su clase, que ovbiamente reprobé.

Hize el curso de verano con otra maestra que aunque aburridisimo , pase con 90. pero eso no viene al caso... ¿que viene al caso ahorita?...no lo se...

Me cansé del libro, aun hay tiempo,

Irene Noriega López Legazpi...-I.N.L.L...